La administración pública es un sistema de límites imprecisos que comprende el conjunto de comunicaciones con el gobierno público de la ciudad y busca las organizaciones públicas que realizan la función administrativa y de gestión del Estado y de otros entes públicos con personalidad jurídica, ya sean de ámbito regional o local.
Por su función, la Administración pública pone en contacto directo a la ciudadanía con el poder político (servidores públicos), «satisfaciendo» los intereses colectivos de forma inmediata, por contraste con los poderes legislativos y judicial,
que lo hacen de forma mediata. La forma en la cual la Administración
Pública se relaciona con la ciudadanía y la dinámica gubernamental a la
que está sujeta la convierten en una subdisciplina académica de la Ciencia Política. Es por ello que la Administración Pública es estudiada junto con dicha ciencia social de forma conjunta y complementaria.
Se encuentra principalmente regulada por el poder ejecutivo
y los organismos que están en contacto permanente con el mismo.Por
excepción, algunas dependencias del poder legislativo integran la noción
de «Administración pública» (como las empresas estatales),
a la vez que pueden existir juegos de «Administración general» en los
otros cuatro poderes o en organismos estatales que pueden depender de
alguno.
La noción alcanza a los maestros y demás trabajadores de la educación pública, así como a los profesionales de los centros estatales de salud, la policía, las fuerzas armadas, el servicio de parques nacionales y el servicio postal. Se discute, en cambio, si la integran los servicios públicos
prestados por organizaciones privadas con habilitación del Estado. El
concepto no alcanza a las entidades estatales que realizan la función legislativa ni la función judicial del Estado.